Por Martina Conzi
Una mezcla entre los más famosos chefs del país, un ambiente musical agradable y una ambientación ecofriendly conforman la receta de los eventos gastronómicos más populares de Buenos Aires.
Para asistir a ellos ya no se requiere ser un gran amante del buen comer, basta con tener un poco de curiosidad. Con un precio accesible y una capacidad para albergar a cientos de personas, estos eventos muy lejos están de aquellos en los cuales se necesitaba poseer status, o una invitación VIP para participar. Por el contrario, hay una vuelta a lo masivo, al folklore tradicional, pero desde un nuevo camino. Un camino que tiene todo de popular, pero nada de burdo; y que esta cuidadosamente planificado y estructurado para que ningún detalle quede librado al azar.
La nueva apuesta de las marcas
Variedad de marcas conviven en un mismo evento. Ninguna se quiere quedar afuera, todas quieren asociarse a los valores de unión y popularidad que de ellos pueden desprenderse. Como sponsor, patrocinador, o participando del evento con un Stand, todas quieren nutrirse de ellos. Desde bancos como HSBC, restaurantes como Cucina Paradiso, y hasta marcas de aperitivos como Cinzano o Campari dan batalla para conseguir algo de participación.
Estas marcas están lejos de buscar la exclusividad y el ser solo para unos pocos, por el contrario, hoy en día apuestan a la masividad de estos eventos para conversar con potenciales clientes/consumidores en un ambiente agradable y relajado. En otras palabras, las marcas buscan ligarse a estas experiencias para atraer el mayor caudal de gente posible a su negocio.
Algunas cifras
La realidad es que más de 50 eventos culturales masivos se realizan por año en la Ciudad de Buenos Aires. En 2014 la torta se repartió entre: turismo cultural con 31 eventos, deportivo con 10 y el turismo religioso con 9. Contaron con la presencia de aproximadamente 17 millones de asistentes, así como un arribo de turistas igualmente grande.
Las ferias son solo la punta del iceberg, detrás de ellas está el generar contacto con la audiencia y así poder prolongarse en el tiempo. Y un recorte importante son las ferias socialmente responsables. Algunos ejemplos son LollaPalooza que genera Espíritu verde, un espacio en el mismo festival para concientizar sobre el cuidado del medio ambiente. También ROCK & RECYCLE, una propuesta pensada por el evento para separar los residuos durante el festival. Feria masticar, con su afán por concientizar a la sociedad acerca de la alimentación saludable. La colaboración con la compra de aparatología de la Feria COAS de las naciones, entre otras tantas.
Algunos consideran que esto es así, como dijo alguna vez Andy Warhol “…los consumidores más ricos compran esencialmente las mismas cosas que los más pobres. Puedes estar viendo la tele y ver la Coca-Cola, y sabes que el Presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola, y piensas que tú también puedes beber Coca-Cola. Todas las colas son la misma y todas las colas son buenas. Liz Taylor lo sabe, el Presidente lo sabe, el mendigo lo sabe, y tú lo sabes”.